Publicado en Valonmano.com
La XIV edición del Torneo Nacional Villa de Ágreda nos ha dejado muchas imágenes para el recuerdo. Sin duda uno de los momentos más destacados fue la semifinal en categoría cadete masculino entre Leizarán y Zarautz, con ese agónico final en los siete metros que decantó la balanza del lado de los azules. De ese partido se desprenden muchas cosas a destacar, pero si queremos fijarnos en un solo nombre propio nos quedamos con el de Itziar Aldaburu, la entrenadora de Zarautz.
Aldaburu habla con pasión de sus jugadores y del balonmano en sí. La joven zarautzar con apenas 19 años lleva tres años entrenando a un grupo de chicos apenas tres años más jóvenes que ella. En esta entrevista le hemos querido preguntar a I. Aldaburu por su trayectoria personal, por cómo vive ella el balonmano y por la semifinal ante Leizarán en concreto:
Valonmano con V: Háblanos de ti cómo jugadora y de cómo empezaste a jugar
Itziar Aldaburu: Empecé a jugar al balonmano hace 11 años, exactamente con 9 años. Llevo en el club de Zarautz desde que me federé hace 9 años (antes eran escolares). Juego en el extremo, muy pocas veces en el central. Se puede decir que soy una jugadora que corre mucho… Siempre he tenido como referente a dos extremos muy grandes. Eli Pinedo y Víctor Tomas. Me pasaba horas viendo los partidos y sus jugadas, como lanzaban…
Como entrenadora solo llevo 3 años. Los dos primeros años estuve con infantiles masculinos con otro/a entrenadora, y este año decidí llevar el equipo de cadetes yo sola.
Valonmano con V: ¿Algún otro referente balonmanístico?
Itziar Aldaburu: Son del balonmano pero más bien son un referente a nivel personal: mis chicos. Es difícil de entender, pero ellos me han enseñado más que algunos entrenadores, y no me refiero a jugar al balonmano. Me refiero a vivir el balonmano.
Valonmano con V: ¿Cómo decidiste empezar a entrenar?
Itziar Aldaburu: No hay ninguna razón en especial. Un día le miré a una amiga y le dije: entrenamos a infantiles? Y le convencí. Luego le dije: pero yo quiero chicos. Me gusta mas el juego de los chicos y sabía que iba a ser muy duro. Por los comentarios y por lo joven que era. Me parecía muy difícil que unos chicos de 12 años respetasen a una de 16.
Pero yo quería hacer que los que viniesen detrás disfrutasen el balonmano tanto como yo. Mi objetivo siempre ha sido hacer que luchen para jugar en los partidos, y gracias a eso subir el nivel de todo el equipo. Y con eso, conseguir que los chavales disfruten, que se apoyen en el balonmano, que vivan el balonmano tanto como yo.
Sinceramente he tenido que luchar mucho para conseguir un equipo masculino. Y después de conseguirlo he tenido que escuchar muchos comentarios que no me han gustado nada.
Y con el trabajo que estoy haciendo quiero demostrar que una chica es capaz de entrenar a chicos. Y gracias al primer entrenador del Amenábar Zarautz que planteó una pregunta que la respuesta fue el silencio me dieron el equipo: “¿Por que un hombre puede entrenar a mujeres, y una mujer no a unos hombres?”
Valonmano con V: ¿Qué acciones o situaciones te producen más satisfacción como entrenadora?
Itziar Aldaburu: Un ejemplo claro de mi satisfacción es un jugador que jugó conmigo y entrena conmigo. Jugando los puestos 3-4 Josu Legorburu no estaba haciendo un buen partido. Estaba mal. Fui a donde él y le dije que tenía 5 minutos para confiar en si mismo. A falta 30 segundos le miré, y le di un abrazo, y le dije: el último gol quiero que sea tuyo. Y lo hizo. Al terminar el partido fui donde él a darle un abrazo. Esos son los momentos que mas me satisfacen como entrenadora.
Valonmano con V: ¿Como valoras la temporada con el equipo hasta hora?
Itziar Aldaburu: Estoy mas que satisfecha con la progresión y los resultados del equipo. Ganamos la liga anterior aunque ahora jugando la copa contra los mismos equipos no estamos consiguiendo los mismos resultados. Pero estoy muy orgullosa del nivel que hemos conseguido.
Valonmano con V: ¿Y cómo valoras la experiencia en el torneo?
Itziar Aldaburu: Tanto los jugadores como yo nos quedamos son una sensación buenísima. Fuimos a ganar y aunque no lo conseguimos estamos muy orgullosos de haber luchado tanto y con tantas ganas. El año que viene los chicos serán juveniles y espero poder entrenarlos y volver, que están deseando.
Valonmano con V: Durante el XIV Torneo Nacional Villa de Ágreda propiciasteis la divertida imagen de veros a todos saltando a la comba ¿Cómo surgió eso?
Itziar Aldaburu: Pues entrenamos mucho para el torneo. Los chavales querían entrenar todos los días, pero pensé que a veces es necesario desconectar un poco y reírse un poco. Entonces me acordé que un día antes de un partido muy importante cuando jugaba en cadete liga vasca, el entrenador nos puso a saltar a la comba con el objetivo de reírnos un poco y quitar los nervios. Así que como nos gusta llamar la atención y hacer la gracia pues les puse en el parquin de “ reservado discapacitados” a jugar a la comba. Y se lo pasaron bomba.
Valonmano con V: Inevitable hablar de la semifinal ante Leizarán. ¿Habíais jugado antes algún derbi guipuzkoano? Al final, con la respuesta de vuestra afición no parecía que hubierais perdido… ¿Qué crees que habría pasado si hubierais ganado?
Itziar Aldaburu: Un partido inolvidable. Jugamos contra el Leizarán en la liga, y nos ganó por mucho. Sabíamos que iba a ser un partido muy duro pero teníamos esperanzas. La afición nos apoyaba, disfrutaban tanto como nosotros. Hay que decir que en Zarautz tenemos una afición impresionante! Y si hubiésemos ganado el partido ya sería… !!
Valonmano con V: Julen, el portero, pese a ser de los mejores durante el partido (si no el mejor), se mostró especialmente triste tras la tanda de siete metros. ¿Qué se le dice en ese momento como entrenadora?
Itziar Aldaburu: Creo que fue uno de los momentos mas especiales para mi. Julen es uno de los jugadores que mas vive el balonmano en mi equipo. Que aparte de jugar se dedica a levantar al equipo. Levanta la cabeza a sus compañeros en un partido o entrenamiento difícil. Es una de las piezas mas importantes que he tenido nunca, y gracias a el he aprendido muchas cosas. Por eso suelo estar pendiente de el.
Cuando perdimos la final el fue uno de los que mas triste estaba. Y ahí fue cuando creo que ‘un abrazo dice mas que mil palabras’. Solo le di un abrazo y le dije que era grande, que era muy grande. Y solo felicitarle por el buenísimo torneo que hizo. Ese momento fue el resumen de toda la temporada que llevamos. Cuando Julen para algún balón siempre le grito, me mira y le aplaudo con una sonrisa. Él me contesta con unos gestos. Y cuando le meten un gol le grito, le aplaudo aún mas, y cuando baja la cabeza le llamo, se acerca al banquillo y le digo que confié. Son momentos que nunca quiero dejar de vivir y que me recuerdan el buen trabajo que estamos haciendo.
Foto: Fuente propia (Valonmano.com)
Valonmano con V: Te vimos especialmente emocionada tras esa semifinal, además con el regalo que una vez terminado el partido te hicieron tus jugadores. ¿Nos podrías relatar con tus propias palabras la secuencia de los hechos una vez terminado el partido?
Itziar Aldaburu: Fue impresionante! Lloré muchisimo cuando el balon no entró a portería… Y no fue por el partido perdido. Fue por lo que lucharon los chicos, y por lo que he luchado yo para llegar a esto. Los chicos han sabido responder a mi trabajo. La relación que tenemos es muy buena, y no solo como entrenadora, sino como amiga.
Antes de la semifinal yo les di a cada uno un regalo. 15 sobres para 15 jugadores. Cada sobre contenía fotos del torneo anteriór con una carta de lo que pienso de ellos. Y fuera del sobre una frase. Una frase personalizada, como por ejemplo: y de repente la maestra aprendió del alumno. Pensé que les motivaría mucho para jugar, y así fue.
Yo no me esperaba esa sorpresa. De repente aplaudimos a nuestra afición, cantamos… Levanté la cabeza y me dí cuenta que los jugadores estaban subiendo las escaleras y fuí detras de ellos hasta que el delegado me dijo que esperase en la pista. Unos segundos mas tarde vinieron los jugadores con el regalo, y ver como unos jugadores te levantan, te abrazan… Es lo mejor. Empecé a llorar en el suelo, y les di un abrazo a cada uno. Son ellos los que consiguen que yo siga luchando para entrenar a un equipo masculino.